Cuenta la historia qué hace millones de años, la tierra era habitada por seres extraños, cuya fisonomía se encontraba formada por cuatro brazos, cuatro piernas, dos cabezas y un solo corazón y un alma única. Contaban con una gran inteligencia y una fuerza inigualable, al punto qué un día tomaron coraje y se enfrentaron a los dioses. Zeus, el dios más poderoso en el planeta, no podía permitir semejante atrocidad, pero tampoco podía matar a esas bellas criaturas únicas, por lo qué tuvo más remedio qué separar esta especie, dejándolas con sólo dos brazos, dos piernas, media alma y un corazón partido al medio. Estos seres no solos perdieron la mitad de su cuerpo, su fuerza y su inteligencia, sino qué perdieron parte de su alma y su corazón, ya no eran una unión, eran una individualidad. Es hoy en día qué estas individualidades tienen la misión de encontrar su mitad, de dejar se ser una individualidad para ser una unión mágica, con un alma consumada y un solo corazón con amor puro y único, para así lograr el merecido final feliz qué durante millones de años se les negaba. Pero, ¿qué pasaría si las individuales se encuentran y vuelven a perderse? ¿Tendrá la oportunidad el reencuentro o pasarán la vida lamentando haber pedido su mitad? ¿Encontrarán otra mitad que rellene el vació qué quedó?. Dicen qué la historia a la larga o la corta siempre llega al final feliz. Pero si los protagonistas caen, y la historia no termina… El final feliz,¿ dónde queda?
11.2.09
Esto que estás oyendo ya no soy yo, es el eco el eco el eco de un sentimiento... su luz fugaz alumbrando desde otro tiempo, una hoja lejana que lleva y que trae el viento.
Yo, sin embargo, siento que estás aquí desafiando las leyes del tiempo y la distancia. Sútil, quizá tan real como una fragancia: un brevísimo lapso de estado de gracia.
Yo, sin embargo, siento que estás aquí desafiando las leyes del tiempo y la distancia. Sútil, quizá tan real como una fragancia: un brevísimo lapso de estado de gracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario