Desde el momento en que te vi frente a frente ese fuego tuyo quemó mi mente y se alteró mi equilibrio para siempre, no me interesa nada más, soy un ente. Constantemente sueño con verte, y es que conocerte no me fue indiferente; sería una bendición cerca tenerte ojalá te encuentre quizá casualmente. Todo mi cuerpo quiere verte y pide a gritos abrazarte o por lo menos escuchar tu vos ya que no puedo sacarte de mi mente.
Ella le pidió que la llevara al fin del mundo, él le puso a su nombre todas las olas del mar; se miraron un segundo como dos desconocidos. Todas las ciudades eran pocas a sus ojos. Ella quiso barcos y él no supo que pescar, y al final numeros rojosen la cueva del olvido, y hubo tanto ruido que al final llegó el final. Hubo un accidente, se perdieron las postales; quiso carnavales y encontró fatalidad. Porque todos los finales son el mismo repetido y con tanto ruido no escucharon el final. Descubrieron que los besos no sabían a nada, hubo una epidemia de tristeza en la ciudad. Se borraron las pisadas, se apagaron los latidos y con tanto ruido no se oyó el ruido del mar.
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